viernes, 28 de enero de 2011

A ras de suelo

     Después de las lluvias de este invierno, el suelo del pinar aparecía totalmente cubierto de musgos y líquenes, rebosante de humedad. Esa misma humedad y el frío reinante hacían que no resultase muy agradable tumbarse en el suelo, pero la ocasión lo merecía.




     Sin embargo, una sola semana de heladas y ausencia de lluvias, ha hecho que todo se vuelva a secar. El suelo, cubierto de acículas, cruje nuevamente bajo los pies y musgos y líquenes parecen haberse retraído o símplemente desaparecido. Ahora es mucho más complicado encontrar motivos que fotografiar, pero buscando cuidadosamente, todavía se pueden encontrar algunas "trompetillas".




     Entre la capa de acículas del suelo, también pueden verse ya algunas plántulas de pino que no parecen haber elegido el mejor momento para germinar.

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