domingo, 1 de enero de 2012

Acabando el año en Villafáfila

     Para terminar el año, decidí volver a Villafáfila. Antes de llegar a los límites de la Reserva, un halcón peregrino (Falco peregrinus) me recibía desde lo alto de una señal de tráfico. Parecía un buen presagio pero, al final, no se cumplieron las expectativas.

     Como no tenía mucho tiempo, me dediqué a realizar el recorrido habitual. Cuando llegué a la Laguna de San Pedro, en Villarrín, el sol estaba aún muy bajo, pero ya se intuía perfectamente el grupo de azulones (Anas platyrhynchos) y cercetas comunes (Anas crecca) que suele permanecer allí. Con los primeros rayos del sol, intenté sacar una foto al compacto grupo, a lo que no ayuda la maleza que cubre las ventanas del observatorio.

Azulones (Anas platyrhynchos)

     
     Como en esta laguna no había nada más destacable, salvo algún aguilucho lagunero (Circus aeruginosus) que, de vez en cuando sobrevolaba la zona, continué hasta Otero de Sariegos. Allí, el panorama no era mucho mejor. Todas las acuáticas estaban muy lejos y apenas se veía algún ganso.
     Este año, la percepción de todo el mundo es que el número de gansos, al igual que el de otras especies, es muy bajo. Después de revisar con el telescopio toda la salina grande, lo más destacable, dentro de lo que se podía identificar debido a la distancia, era un grupito de tarros blancos (Tadorna tadorna) de ocho ejemplares.
     Entre lo más abundante en la zona, destacaban milanos reales (Milvus milvus), ratoneros (Buteo buteo), aguiluchos laguneros (Circus aeruginosus) y cernícalos vulgares (Falco tinnunculus), uno de los cuales se dejó fotografiar.

Cernícalo vulgar (Falco tinnunculus)

       Posteriormente me dirigí a la balsa de decantación que, en esta ocasión, presentaba un buen número de azulones (Anas platyrhynchos), cucharas (Anas clypeata) y al menos cuatro zampullines comunes (Tachybaptus ruficollis).

        Para terminar, revisé las lagunas de La Rosa, Paneras y Barillos, también con poco éxito, debido a la escasez de aves y a la nefasta situación de los observatorios. En Barillos se podía distinguir poco más que otro pequeño grupo de diez tarros blancos (Tadorna tadorna) y un bando de correlimos comunes (Calidris alpina) que se movía por las orillas de una de las isletas.

       En el camino de vuelta a Toro, un grupo de catorce avutardas (Otis tarda) cerca de la carretera me permitió obtener una foto bastante lejana. Qué le vamos a hacer, mi equipo fotográfico no da para más...

Avutardas (Otis tarda)

     Antes de abandonar la Reserva un grupo de unos cuarenta ánsares comunes (Anser anser) que deleitaba a varios aficionados a las aves (¿dónde están los grupos de miles y miles de ejemplares?), un macho de aguilucho pálido (Circus cyaneus) y un bando de más de mil avefrías (Vanellus vanellus) me despidieron, por este año, de este lugar que tan buenos momentos de pajereo me ha dado.

     Y nada más por 2011, desearos a todos FELIZ AÑO NUEVO y que 2012 nos traiga buenas jornadas de campo de las que disfrutar.

1 comentario: