domingo, 12 de enero de 2014

Censo de Acuáticas 2014

     Ayer dediqué la tarde a realizar el Censo de Aves Acuáticas Invernantes que hago todos los años en un tramo del río Duero a su paso por el Término Municipal de Toro, en Zamora. La cosa no pintaba muy bien, pues durante todo el día la niebla había cubierto la zona pero, aprovechando que parecía levantar un poco, decidí intentarlo.

     Comencé por el Embalse de Timulos, el lugar que debía ser el que más acuáticas aportase al censo y en el que este resulta más sencillo. Aquí la niebla no era especialmente molesta pero, sin embargo, el lugar parecía estar vacío de vida.  Las aves no acuáticas eran las más abundante, predominando los páridos y los fringílidos. 

Embalse de Timulos
     
      En el agua, apenas un puñado de cormoranes y de azulones. Nada que ver con el año pasado, cuando pude contar más de cuatrocientos azulones y un buen número de cucharas (Anas clypeata). El alto nivel del agua, que apenas ha dejado lugares de reposo para las anátidas, hacia que tanto éstas como los cormoranes aprovecharan cualquier tronco para descansar.

Cormoranes (Phalacrocorax carbo) y azulones (Anas platyrhynchos)

     Una vez dejé el embalse de Timulos, me fui asomando a todos los lugares en los que la vegetación de ribera permite observar el río. Otra vez, la corriente y el alto nivel del agua impedían la presencia de anátidas. Solo algún azulón se refugiaba en las zonas más remansadas y otros, como las garzas, preferían buscarse el sustento en las tierras cercanas.

Garza real (Ardea cinerea)

     Conforme avanzaba el censo y me iba desplazando río abajo, la niebla comenzó a bajar de nuevo, haciendo muy difícil contar las aves que se encontraban en la otra orilla. En cualquier caso, tampoco había mucho que contar. 
     El aspecto del tramo de río donde se encuentra el dormidero de cormoranes lo dice todo. Imposible censar en este sitio que siempre aporta un buen número de ejemplares de la especie.

Río Duero

          En resumen, este ha sido un censo muy pobre, debido sobre todo al elevado nivel de agua del río, pero también a las malas condiciones de visibilidad. Sin embargo, no quiere decir que ocurra nada especial en el río pues, como hemos podido comprobar en otras ocasiones, las especies ligadas al agua y, especialmente las anátidas, fluctúan de manera importante en este tramo, incluso de un día para otro. Por otra parte, lo que sí es realmente interesante es conseguir que esta y todas las riberas y masas de agua puedan mantenerse en un estado de conservación adecuado, que permita la persistencia de unas buenas poblaciones de aves acuáticas.




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